Diablos entrena en el majestuoso escenario texano

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Diablos Rojos del México entrenaron este lunes en el Rangers Ballpark de Arlington, sede de su juego del martes ante los Rangers de Texas.

Entrenamiento de Diablos Rojos del México en el Rangers Ballpark en Arlington

Diablos entrenaron en el Rangers Ballpark de Arlington. (Enrique Gutiérrez/Agencia 2.8)

Entrenamiento de Diablos Rojos del México en el Rangers Ballpark en Arlington
Diablos entrenaron en el Rangers Ballpark de Arlington. (Enrique Gutiérrez/Agencia 2.8)

Arlington, TX. (lmb.com.mx/Gabriel Medina) 2 de abril.- Apenas se divisa a través de las ventanillas del autobús, el Rangers Ballpark causa sus primeros impactos entre los jugadores de los Diablos Rojos del México. La monumental arquitectura que guarda los ecos de las dos recientes Series Mundiales da la bienvenida al equipo capitalino para su práctica en la víspera de su enfrentamiento a los dueños del patio, los Rangers de Texas.

El ex ligamayorista Roberto Ramírez destaca lo imponente de la pieza arquitectónica de ladrillo rojo, mientras Leo Heras y Mario Valenzuela no ocultan su asombro. A medida que se acerca el autobús para ingresar por el túnel principal, los peloteros, cámaras y celulares en mano, recogen las mejores postales.

Dentro del clubhouse, el asombro crece: la espaciosidad y comodidades son de lujo. Sillones revestidos de piel, pantallas de plasma y un minucioso orden acogen al equipo escarlata. “Es una maravilla estar aquí, una experiencia inolvidable para los muchachos”, reflexiona el manager Eddie Díaz, al tiempo que anima a sus dirigidos para dar lo mejor en la impecable grama texana.

Los Diablos Rojos saltan a la alfombra natural, se toman fotografías, inician los estiramientos y sueltan el brazo, momentos para el recuerdo. En cada oportunidad, resaltan la majestuosidad de Rangers Ballpark y panean con la mirada la colosal estructura para llevarla en su memoria.

“Es una experiencia genial, qué bueno que los muchachos pueden tener este tipo de oportunidades, siempre resulta una gran motivación jugar en un parque de Grandes Ligas”, subraya Oscar Robles, tijuanense quien militó de 2005 a 2007 con los Dodgers y Padres.

“Casi no vuela la pelota por el rightfield”, comenta Robles mientras Heras hace swings en la práctica que se extendió poco más de una hora y que fue ligera, dado el viaje tempranero que jugadores y cuerpo técnico hicieron por la madrugada desde la ciudad de México.

“Jugar en un parque así hace que la adrenalina fluya al cien, la verdad que hace que uno dé lo mejor, que uno se esfuerce”, apunta Mario Valenzuela, quien ha pisado otras gramas ligamayoristas en su carrera: Petco Park de San Diego, Chase Fiel de Arizona y Angel Stadium de Anaheim.

Por su parte, el pitcher Rolando Valdez afirma: “Es una gran emoción y una gran responsabilidad, me llena de alegría ser el abridor de los Diablos Rojos, es un logro más en mi carrera. Realmente no he pensado en que me voy a enfrentar a determinados jugadores, sé de su calidad, pero eso es lo bueno, afrontar el reto, ya estamos aquí”, finaliza de cara a la cita que tiene este martes, a las 19:05 horas, cuando se cante playball.

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